Después de más de 8 años de estar
yendo con la misma nutrióloga, un día sale con la noticia de que se cambia de
ciudad.
Yo estaba muy contenta con su
método pues comía de todos los grupos alimenticios y de manera balanceada lo
que me había funcionado perfectamente.
Al irse busqué otra opción
similar pero mi marido, el cual la verdad no es nada gordo, decidió que estaba
engordando y quería ponerse a dieta junto conmigo.
Mi marido consiguió por medio de
su trabajo una nutrióloga con la cual la empresa tenía convenio y así fue como
llegamos con la nueva nutrióloga.
De entrada le conté que yo odiaba
las frutas y las verduras, que realmente era todo un esfuerzo para mí comer
esto y ella me dijo que me las haría comer de una manera diferente.
Su método consistía en unos
licuados que teníamos que tomar en desayuno y cena y la comida era una parte de
cereal, otra de proteína y mucha verdura.
Al principio no me pareció para
nada pero decidí darle una oportunidad. Ella nos dio que opciones de frutas y
hojas podríamos incluir en los licuados y las cantidades, la combinación
dependía de nosotros por lo que podríamos experimentar muchas combinaciones y
quedarnos con nuestras favoritas, la idea era variar los ingredientes para no
tomar siempre lo mismo.
La primer semana mi marido y yo
estábamos muy motivados, pero luego comenzó a ser cansado cenar solo eso, no
porque no llenaras, la verdad son muy llenadores, con hambre no te quedas, pero
el paladar pedía algo más.
Yo no vi gran cambio en mi peso
pero la verdad es que tampoco había hecho
la dieta perfecta.
Hoy hace 2 meses que comencé con
esta dieta y no he bajado nada, pero no porque no funcionen los licuados si no
porque no he tenido la voluntad para hacerla bien.
¡amo los licuados! A quien le
cuento sobre ellos les parece que la dieta es aburrida y si lo es, pero los
licuados son geniales. ¡por fin estoy
consumiendo frutas y verduras
casi sin darme cuenta!. Y mi digestión a mejorado muchísimo, la pancita se
siente contenta cuando los tomo, es como si sonriera.
Mi marido y yo estamos negados a dejarlos,
queremos tomarlos toda la vida porque es sencillo nutrirse de esa forma y
aunque no hemos hecho la dieta tan bien estamos cómodos como para que esto sea
un hábito de por vida.
Por el momento yo estoy luchando
sobre todo para controlarme pues mi problema es que cuando rompo la dieta la
rompo excesivamente, no me basta con una rebanada de pastel, soy capaz de
comerme la mitad de este o más, y eso es por lo que estoy luchando, por
controlarme, la verdad es que no voy muy bien, pero todo esto lo contaré de
a poco en mi diario.
A partir de aquí comienza propiamente mi diario...en algunas ocasiones tal vez haya hasta dos entradas por día, ya veré como me voy organizando.


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