domingo, 30 de junio de 2013

Mi historia parte 1: desde el nacimiento hasta la anorexia



Desde niña fui gordita. La verdad, no por hacerme justicia, no era muy gorda, pero si tenía sobre peso.

Hasta los 5 o 6 años estuve en clases de gimnasia por lo que mi sobre peso no se disparó, pero todo cambio cuando mi mamá entro a trabajar. Sin clases de gimnasia, a veces comiendo cualquier cosa pues mi mamá no tenía tiempo de hacerme la comida, y con acceso a comprar lo que yo quisiera para comer, pues comencé a ganar peso.
 

Siempre sufrí bullying (en ese entonces no se le conocía así) por parte de algunos compañeros que se burlaban de mi gordura, esto me entristecía mucho y desde ese momento, 7 u 8 años intente hacer algo al respecto.

Recuerdo que mi papá hacía ejercicios conmigo con tal de que yo bajara de peso pero la rutina no duro mucho y yo seguí comiendo y subiendo de peso.

Toda la primaria la pasé así  y parte de la secundaria hacia dietas que encontraba en revistas o que me daban mis primas hasta que un día,  por ahí de los 12 años, me enteré de la existencia de la linaza: una semilla para alimentar aves pero tiene la fama de adelgazar moliéndola en la licuadora y tomándola con jugo en ayunas.

Así que comencé a cuidar más mi alimentación, a hacer ejercicios y a tomar linaza y por primera vez comencé a ver resultados.

No sé en cuanto tiempo pero baje unos 20 kilos, yo me sentía genial pues por primera vez en mi vida me sentía bonita y hasta comencé a recibir cumplidos de mis compañeros de clase.

La cosa comenzó a ponerse fea cuando comencé a bajar de peso exageradamente, al grado que yo tenía un color de piel amarillento, el cabello se me caía y deje de tener menstruación. Lo peor es que yo me seguía viendo gorda y quería bajar más y más.
 

Mi mamá en seguida me llevo con el pediatra (si aún iba con pediatra)  y me hizo análisis y todo estaba perfecto pero yo seguía bajando de peso.

La verdad es que si comía muy poco, de lo que comía al principio que inicie la dieta hasta ese momento era la mitad de todo, pero esta no era la única razón de que yo bajara tanto de peso.

Un día me toque el cuello y toque una bolita, de hecho tenía tiempo tocándola pero no le había puesto gran atención hasta que sentí que se movía cuando yo pasaba saliva: era un tumor en mi tiroides.

Gracias a Dios se descubrió que el tumor era benigno y que yo tenía simplemente que tomar medicamento, el cual me aceleraba todavía más el metabolismo pero yo estaba tan asustada con aumentar de peso que no comía más y por esa razón yo seguía bajando de peso, había días en los que podía bajar hasta ¡2 kilos!.
 
En la siguiente entrada les contaré sobré mi recuperación y lo que pasó después de ahí.

viernes, 28 de junio de 2013

Introducción: el motivo de este diario.


 

Toda mi vida he tenido una relación amor-odio con la comida. Por eso decidí escribir al respecto, tal vez alguien se identifique y de paso me desahogo.

Primero les contaré mi historia  y luego este será el diario donde les contaré sobre todo lo que pase en mi relación con la comida y la lucha constante con mi peso.

Seré muy específica lo que seguramente a muchos resultará aburrido,  pero es mi diario, y tengo todo derecho de ser tan específica como todo el derecho tiene de abandonar la lectura el que se aburra.

Mi historia con la comida es bastante larga por lo que decidí separarla en partes para hacer más fácil la escritura, la lectura y permitirme acomodar mejor las ideas.
 
Por lo pronto aquí dejo esta primera entrada. En la siguiente comenzaré contándoles mi vida.